El pasado 27 de Julio, en ISF
celebramos la víspera de Fiestas Patrias, como no podía ser de otra manera,
trabajando de la mano con las mujeres y hombres de San Francisco del Suro, para
avanzar en el proyecto de agua potable.
Fue un día precioso y muy
productivo, donde todo el equipo de ISF, el maestro y sus operarios nos
compenetramos con la comunidad para acabar el trabajo previsto para este día:
el llenado de las paredes del reservorio Casa Blanca y del techo del reservorio
El Zogo.
Es importante indicar nuevamente
que en San Francisco del Suro las mujeres también trabajan en la obra (además
de hacerlo en su casa y en la chacra, por supuesto). Son mujeres admirables,
fuertes y entusiastas (como en muchas otras comunidades de la sierra), cuya particular
hazaña se comenta por todos los alrededores.
Las mujeres conversando sobre su trabajo de llenado de agregados. Kelvin, promotor de ISF (día a día en obra), haciendo algunas coordinaciones con Ana (coordinadora expatriada). |
En otras comunidades cercanas
están comprobando que el machismo impide a las mujeres desarrollarse
plenamente. Porque, si ellas quieren, pueden hacer lo que se propongan, y ellos
deben apoyarlas en lugar de cuestionar sus capacidades y habilidades (como
suelen hacer en casa y en la comunidad).
Este día nos dividimos y
compartimos el trabajo entre hombres y mujeres (tanto de la comunidad como de
ISF).
Julio, perfecta definición de LogAdmin, fue el encargado de manejar el trompo. |
Las mujeres llenaban los
baldes con arena y gravilla; los hombres cargaban los baldes hasta la
mezcladora de cemento y lo echaban dentro; las mujeres cargaban el agua hasta
una olla gigante que había al costado de la mezcladora; y los hombres se
dedicaban a la mezcladora; una vez estaba lista la mezcla, los hombres llenaban
el balde y se iban pasando el balde lleno mediante una cadena humana que subía por
la quebrada hasta el reservorio; los hombres vaciaban los baldes entre las
tablas que encofraban las paredes del reservorio; y las mujeres corríamos cuesta
abajo en cadena con los baldes vacíos hasta la mezcladora, y el ciclo volvía a
empezar.
Llenado del reservorio de concreto armado. |
Hombres subiendo baldes llenos. Mujeres bajando baldes vacíos (incluyendo Ana y Silvia, de ISF) |
Así sucedió para el
reservorio de la Casa Blanca, donde estuvimos desde las 8.30 de la mañana hasta
pasadas las 12. Después, aplazando la hora del almuerzo (sagrada e inamovible
normalmente), un poco cansados pero con un entusiasmo que no decaía, continuamos
con el techo del Zogo, donde había que bajar hacia el reservorio desde la
carretera, lugar donde estaba situado el trompo.
El maestro Raldo dando algunas indicaciones finales a sus operarios en El Zogo, bajo la supervisión de Ana, coordinadora de ISF, rodeados de pobladores de la comunidad. |
Y, por supuesto, después de
este día, la obra está siguiendo su curso bastante rápido, gracias al esfuerzo de
todos y todas, con algunas dificultades (como siempre, propias de proyectos como éste o de nuestros proyectos...) que se
van solucionando día a día con positivismo y energía.
¡¡Esperamos acabar en el plazo fijado!!!
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